* Exploraciones tempranas: Las primeras expediciones a la Antártida, a partir de fines del siglo XVIII, se centraron principalmente en trazar el continente y comprender su geografía. Si bien podrían haber encontrado fósiles, el enfoque no estaba en la investigación paleontológica.
* Falta de registros: Los registros detallados de las expediciones tempranas, especialmente las del siglo XIX, a menudo están incompletos o se pierden. Esto hace que sea difícil identificar la ubicación precisa del primer descubrimiento fósil.
* Evolución de la investigación: El estudio de los fósiles antárticos realmente despegó en el siglo XX con expediciones más dedicadas y el desarrollo de técnicas paleontológicas.
Sin embargo, podemos decir que los fósiles se han encontrado en varios lugares de la Antártida, incluyendo:
* Las montañas transantárticas: Estas montañas, que abarcan el continente, son ricas en rocas sedimentarias, lo que las convierte en una ubicación privilegiada para los descubrimientos fósiles.
* El glaciar Beardmore: Este glaciar, ubicado en las montañas transantárticas, ha producido importantes fósiles de reptiles y plantas antiguas.
* La península antártica: Esta península, que se extiende hacia el norte, también ha producido una variedad de fósiles, incluidos los de los dinosaurios y los organismos marinos.
Por lo tanto, en lugar de centrarse en una sola ubicación de "primera", es más exacto decir que el descubrimiento y el estudio de los fósiles en la Antártida han sido un proceso gradual, con hallazgos significativos que surgen de varios lugares a lo largo del tiempo.