Actividad magnética: El campo magnético del Sol se genera por el movimiento de partículas cargadas eléctricamente en su interior. Este campo magnético no es uniforme sino que tiene zonas donde es concentrado e intenso. Estas regiones, llamadas regiones activas, dan lugar a las manchas solares.
Inhibición de la convección: La energía del Sol se transporta desde su núcleo a la superficie mediante un proceso llamado convección. En áreas donde el campo magnético es fuerte, se inhibe la convección. Esto se debe a que las líneas del campo magnético actúan como barreras, impidiendo que el plasma caliente suba a la superficie.
Temperatura más baja: Como resultado de la inhibición de la convección, la región donde se concentra el campo magnético se vuelve más fría que las regiones circundantes. Esta diferencia de temperatura hace que la zona parezca oscura en comparación con su entorno, formando una mancha solar.
Estructura de las manchas solares: Las manchas solares tienen una estructura distinta. La parte central, llamada umbra, es la zona más oscura y fría. Está rodeado por una región menos oscura, llamada penumbra, que tiene apariencia filamentosa.
Vida útil: Las manchas solares pueden durar desde unos pocos días hasta varios meses. No son estacionarios sino que se mueven a través de la superficie del Sol debido a la rotación del Sol. La aparición y desaparición de las manchas solares siguen un ciclo conocido como ciclo solar, que tiene una duración media de 11 años.
En resumen, las manchas solares son regiones de la superficie del Sol donde una intensa actividad magnética interrumpe el flujo de energía, haciendo que parezcan manchas oscuras en comparación con su entorno. Estas manchas son una manifestación de la naturaleza magnética dinámica del Sol.