El geólogo austriaco Eduard Suess propuso la hipótesis de la contracción en 1885. Suess sugirió que la Tierra se estaba enfriando y encogiendo, lo que provocó que la corteza se arrugara y plegara, formando montañas. Creía que la corteza terrestre estaba compuesta por una serie de placas rígidas que se movían sobre una capa líquida de magma. A medida que la Tierra se enfrió, las placas se contrajeron y se vieron obligadas a moverse juntas, chocando y formando montañas.
La hipótesis de Suess se basó en sus observaciones de la geología de los Alpes y otras cadenas montañosas. Observó que las rocas en estas áreas a menudo estaban plegadas y empujadas unas sobre otras, y lo interpretó como evidencia de una poderosa fuerza de compresión. También señaló que la superficie de la Tierra no era lisa, sino que estaba cubierta por una serie de capas, que creía que eran el resultado de la contracción de la corteza terrestre.
La hipótesis de la contracción fue ampliamente aceptada por los geólogos durante muchos años, pero desde entonces ha sido reemplazada por la teoría de la tectónica de placas. La tectónica de placas explica la formación de montañas como resultado del movimiento de las placas tectónicas, más que de la contracción de la corteza terrestre.