1. Periodo de inactividad: El Monte Pelee es un volcán inactivo, lo que significa que actualmente no está en erupción. Sin embargo, todavía se considera activo y tiene el potencial de volver a hacer erupción en el futuro.
2. Actividad previa a la erupción: Antes de que ocurra una erupción, puede haber varios signos de actividad previa a la erupción, como un aumento de la actividad sísmica, deformación del suelo y emisión de gases volcánicos.
3. Comienza la erupción: La erupción comienza con la liberación repentina de presión desde las profundidades del volcán. Esto puede provocar una explosión violenta, que lanza al aire cenizas, piedra pómez y bombas volcánicas.
4. Flujos piroclásticos: Uno de los peligros más peligrosos asociados con las erupciones del Monte Pelee son los flujos piroclásticos. Se trata de corrientes rápidas de cenizas calientes, gas y fragmentos de roca que pueden viajar a velocidades de hasta 700 kilómetros por hora. Los flujos piroclásticos pueden devastar áreas enteras y causar una destrucción generalizada.
5. Flujos de lava: El Monte Pelee también produce flujos de lava, que son ríos de roca fundida que fluyen desde el volcán. Los flujos de lava pueden destruir edificios e infraestructuras y también pueden provocar incendios forestales.
6. Nubes de ceniza: Las erupciones del Monte Pelee también producen grandes cantidades de nubes de ceniza. Estas nubes de ceniza pueden bloquear el sol y causar problemas respiratorios. También pueden perturbar los viajes aéreos y causar daños importantes a los cultivos y la agricultura.
7. Fin de la erupción: Una erupción generalmente termina cuando se libera la presión desde las profundidades del volcán. Esto puede ocurrir después de unos días o semanas, o puede durar varios meses o incluso años.