El manto constituye aproximadamente el 84% del volumen de la Tierra y el 68% de su masa. Se encuentra entre la corteza y el núcleo externo y está compuesto de roca sólida. La temperatura del manto oscila entre unos 1.000 grados Celsius en la parte superior y unos 3.700 grados Celsius en la parte inferior. El manto es convectivo, lo que significa que las rocas calientes se elevan y las rocas más frías se hunden. Esta convección es la que impulsa el movimiento de las placas tectónicas en la superficie terrestre.