La temperatura dentro de una cueva es relativamente constante durante todo el año. Esto se debe a que las cuevas están aisladas del aire exterior por la roca que las rodea. La temperatura dentro de una cueva suele rondar los 55 grados Fahrenheit (13 grados Celsius). Sin embargo, algunas cuevas pueden ser mucho más cálidas o más frías que esto. Por ejemplo, las cuevas ubicadas en climas tropicales pueden ser mucho más cálidas, mientras que las cuevas ubicadas en climas fríos pueden ser mucho más frías.