1. Obstáculos y Desviaciones: Los árboles y otra vegetación actúan como obstáculos físicos que interrumpen el flujo de materiales granulares. Cuando un flujo granular encuentra un árbol, se ve obligado a cambiar de dirección o dividirse a su alrededor. Este proceso de deflexión ayuda a reducir la velocidad y el impulso del flujo.
2. Rugosidad y fricción de la superficie: La presencia de vegetación en el suelo del bosque aumenta la rugosidad superficial del terreno. Esta rugosidad crea fricción entre los materiales granulares y el suelo, que actúa como fuerza de resistencia. El aumento de la fricción ralentiza el movimiento del flujo granular.
3. Densidad y Porosidad de la Vegetación: La densa vegetación dentro de un bosque crea un medio poroso que puede absorber y retener materiales granulares. A medida que el flujo granular avanza a través del bosque, algunos de los materiales quedan atrapados dentro de la vegetación. Este proceso reduce el volumen y el impulso del flujo, ralentizándolo aún más.
4. Intercepción del dosel: En el caso de avalanchas, las cubiertas forestales pueden interceptar y retener la nieve antes de que se acumule en el suelo. Esto reduce la cantidad de nieve disponible para las avalanchas, reduciendo así el riesgo y la gravedad de las avalanchas.
5. Sistemas raíz: Los sistemas de raíces de árboles y plantas ayudan a estabilizar el suelo y prevenir la erosión. Esto puede ayudar a reducir la cantidad de material suelto disponible para los flujos granulares, haciendo que sea menos probable que ocurran.
6. Disipación de energía: La interacción de los materiales granulares con la vegetación provoca la disipación de energía. A medida que el flujo granular encuentra obstáculos, cambia de dirección y experimenta fricción, su energía se pierde gradualmente. Esta disipación de energía contribuye a la ralentización del flujo.
7. Desvíos y canalización de flujos: Los bosques pueden influir en la dirección y trayectoria de los flujos granulares. La vegetación puede desviar los flujos de áreas vulnerables, como asentamientos o infraestructura crítica, y canalizarlos hacia zonas menos peligrosas.
8. Deposición y Acumulación: La presencia de vegetación también puede promover la deposición y acumulación de materiales granulares. Esto puede ayudar a reducir la distancia y el alcance del flujo, así como mitigar su impacto destructivo.
En general, la densidad forestal juega un papel vital en la desaceleración de los flujos granulares al crear obstáculos, aumentar la rugosidad de la superficie, promover la disipación de energía y facilitar la retención y deposición de materiales granulares. Esto puede reducir significativamente el riesgo y la gravedad de los peligros naturales asociados con los flujos granulares, como avalanchas, deslizamientos de tierra y flujos de escombros.