Cuando compartes una foto geoetiquetada, básicamente estás transmitiendo tu ubicación a cualquiera que pueda ver la foto. Esto incluye no sólo a personas que conoces, sino también a extraños que puedan acceder a la foto a través de las redes sociales u otras plataformas en línea. Dependiendo de la aplicación y de la configuración para compartir fotos, tu ubicación precisa puede ser visible para cualquiera, incluidos delincuentes, acosadores e incluso gobiernos. Las fotos geoetiquetadas pueden facilitar que los delincuentes localicen su ubicación y pueden representar un riesgo para la privacidad y la seguridad.
Para proteger su privacidad, es importante ser consciente de los riesgos potenciales asociados con compartir fotos geoetiquetadas y tomar medidas para minimizar esos riesgos. Por ejemplo, puedes desactivar el etiquetado geográfico en la configuración de tu cámara o puedes eliminar manualmente los datos de ubicación de tus fotos antes de compartirlas. También puedes limitar quién puede ver tus fotos geoetiquetadas configurando tus cuentas de redes sociales como privadas o compartiendo tus fotos solo con personas específicas.