1. Hielo dentro de los cráteres: Se descubrió que varios cráteres de impacto en Ceres contenían material brillante que se interpretó como hielo de agua. Uno de los ejemplos más notables es el cráter Occator, que tiene un depósito de hielo grande y prominente en su suelo y paredes interiores.
2. Acantilados de hielo expuestos: En determinadas zonas, como en las regiones de Juling y Yalode Chasmata, se observaron acantilados y escarpes de hielo. Estos acantilados sugieren que el hielo subterráneo ha quedado expuesto debido a procesos geológicos como fallas y pérdida de masa.
3. Depósitos superficiales ricos en hielo: Además del hielo dentro de los cráteres y los acantilados de hielo expuestos, se identificaron muchos depósitos más pequeños ricos en hielo en la superficie de Ceres. Estos depósitos a menudo están asociados con terreno fracturado o mantas de eyección de cráteres brillantes.
La presencia de hielo de agua en Ceres es importante porque proporciona evidencia de la presencia de volátiles y posibles signos de actividad geológica pasada. También mejora el potencial de Ceres para tener entornos compatibles adecuados para la química prebiótica y potencialmente incluso para la vida microbiana. Las observaciones detalladas y los datos recopilados por la misión Dawn han mejorado enormemente nuestra comprensión de la composición y evolución de Ceres y sus depósitos de hielo.