Las personas que viven en desiertos alimentarios tienen más probabilidades de ser obesas, sufrir enfermedades cardíacas y otros problemas de salud. Esto se debe a que tienen un acceso limitado a alimentos saludables, como frutas, verduras y cereales integrales. También es más probable que coman comida rápida y alimentos procesados, que tienen un alto contenido de calorías, grasas y azúcar.
Los desiertos alimentarios también pueden tener un impacto negativo en la economía. Pueden conducir a valores más bajos de las propiedades, mayores tasas de criminalidad y un menor desarrollo económico. Esto se debe a que es menos probable que las empresas se ubiquen en áreas donde hay acceso limitado a alimentos saludables.
Hay varias cosas que se pueden hacer para abordar los desiertos alimentarios. Estos incluyen:
* Aumentar la disponibilidad de tiendas de comestibles y supermercados en zonas rurales y de bajos ingresos.
* Proporcionar subsidios para hacer que los alimentos sean más asequibles.
* Mejorar el transporte a las tiendas de comestibles.
* Alentar a los agricultores a vender sus productos en zonas rurales y de bajos ingresos.
* Educar a las personas sobre la alimentación saludable.
Abordar los desiertos alimentarios es una cuestión compleja, pero es importante abordarla. Al brindar a las personas acceso a alimentos saludables y asequibles, podemos ayudar a mejorar su salud y bienestar e impulsar la economía.