Las ágatas son gemas semipreciosas que se pueden encontrar en todo el mundo, y son comunes a lo largo de las orillas del lago Superior y en el noreste de Minnesota y el noroeste de Wisconsin. Si está buscando algo, las conocidas bandas anaranjadas y amarillas son un claro indicio, pero notar el tamaño y el peso de una roca encontrada también puede ayudar a identificarlo como un ágata. La mayoría de las personas puede reconocer una ágata pulida, pero identificar un ágata sin pulir en un lago o en un campo recién arado es un poco más difícil. Hacer esa identificación es algo que cualquier geólogo aficionado puede aprender a hacer.
Busque translucidez en la piedra. Si la piedra se ha roto y se pueden ver rastros reveladores de un mineral similar al cuarzo junto con el rojo, marrón y naranja que viene con muchos tipos de ágata, es muy probable que tenga una ágata sin pulir.
Examine la piedra para anillar. Si el exterior rocoso de la piedra se rompe o desgasta, verifique que no haya bandas, lo cual ocurre en la mayoría de los tipos de ágata. El anillado es un factor buscado por muchos coleccionistas y fabricantes de joyas.
Mida la piedra. El ágata promedio mide menos de 3 pulgadas de diámetro.
Mueve la piedra. La mayoría de los guijarros de ágata se sienten más pesados de lo que parecen debido a su composición densa. Es posible que desee comparar las ágatas sospechosas con otras piedras que se encuentran cerca.
Compruebe si hay una superficie marcada con picadura en la piedra áspera. Las ágatas a veces se forman en la roca ígnea, y también pueden haber estado rodeadas por rocas más blandas que desde entonces se han erosionado. Ambas situaciones pueden dejar a la ágata con algunas picaduras.
Siente la cera en la piedra revelada. Cuando vea una grieta en la piedra o un lugar donde el exterior rocoso se haya desgastado, deslice sus dedos sobre él. La cera es un signo de que puede tener un ágata.
Estudie la piedra para las fracturas concoidales, que son fracturas irregulares que ocurren en materiales de grano fino como el vidrio y la obsidiana. Estas fracturas son a menudo curvas, con un patrón ondulatorio, e imparten un perfil irregular a la roca misma. Los ágatas son propensos a las fracturas concoidales.
TL; DR (demasiado largo; no lo leyó)
Use una linterna para iluminar por atrás la piedra. Esto te ayudará a descubrir si hay bordes translúcidos que podrías haber perdido.
Advertencia
Hay muchas piedras que parecen ágatas, pero no lo son. Pedernal, sílex y jaspe están estrechamente relacionados con ágata y pueden tener bandas similares, pero recuerde que son opacos, mientras que el ágata es translúcida.