1. La energía no se puede crear ni destruir, solo transformada de una forma a otra. Esto significa que la cantidad total de energía en un sistema cerrado siempre sigue siendo la misma, a pesar de que puede cambiar la forma. Por ejemplo, cuando enciende una bombilla, la energía eléctrica se transforma en energía ligera y térmica.
2. La ley de conservación de la energía se aplica a todas las formas de energía. Esto incluye energía mecánica (cinética y potencial), energía térmica (calor), energía química, energía electromagnética (luz) y energía nuclear. No importa cuál sea la forma, la cantidad total de energía en un sistema siempre permanece constante.