1. Temperatura (t): El factor más significativo. Cuanto más caliente es el objeto, más calor irradia. Esta relación es descrita por la ley Stefan-Boltzmann:
* q =σat⁴
dónde:
* Q es la energía total irradiada por unidad de tiempo (potencia)
* σ es la constante Stefan-Boltzmann (5.67 x 10⁻⁸ w/m²K⁴)
* A es la superficie del objeto
* T es la temperatura absoluta en Kelvin
2. Área de superficie (a): Una superficie más grande irradia más calor. Es por eso que un objeto delgado y plano se enfriará más rápido que un objeto grueso y redondo del mismo material y temperatura.
3. Emisividad (ε): Esto representa cuán efectivamente una superficie irradia el calor. Un cuerpo negro perfecto (ε =1) irradia la cantidad máxima de calor, mientras que un reflector perfecto (ε =0) no irradia calor. La mayoría de los objetos reales tienen emisividades entre 0 y 1.
4. Longitud de onda de la radiación: Los objetos irradian el calor a varias longitudes de onda, con la longitud de onda máxima dependiente de la temperatura. Esto se explica por la ley de desplazamiento de Wien. Las temperaturas más altas conducen a longitudes de onda más cortas (por ejemplo, luz visible), mientras que las temperaturas más bajas emiten longitudes de onda más largas (por ejemplo, infrarrojos).
5. Propiedades del material: El material específico del objeto afecta su emisividad y conductividad térmica, influyendo en cuánto calor se genera y qué tan rápido se transfiere a la superficie para la radiación.
En resumen:
* Temperatura más alta conduce a un calor más radiado.
* Área de superficie más grande conduce a un calor más radiado.
* Mayor emisividad conduce a un calor más radiado.
* Longitud de onda de radiación está determinado por la temperatura.
* Propiedades del material Influir en la emisividad y la transferencia de calor, impactando indirectamente la radiación.