1. Estamos constantemente emitiendo y absorbiendo radiación electromagnética:
* Radiación térmica: Cada objeto con una temperatura por encima de cero absoluto emite radiación infrarroja. Los humanos son de sangre caliente, por lo que constantemente emitimos radiación infrarroja.
* ondas de radio: Nuestros cuerpos contienen pequeñas cantidades de elementos radiactivos, que emiten niveles muy bajos de ondas de radio.
* Campos electromagnéticos: La actividad eléctrica en nuestro cerebro y sistema nervioso produce pequeños campos electromagnéticos.
2. Las cantidades son increíblemente pequeñas:
* La cantidad de energía que irradiamos a medida que el calor es relativamente pequeño.
* Las ondas de radio de los elementos radiactivos son extremadamente débiles.
* Los campos electromagnéticos de nuestros cuerpos son demasiado débiles para ser medidos desde la distancia y son difíciles de aislar en un entorno controlado.
3. No es una medida útil:
* La energía electromagnética total emitida por una persona está cambiando constantemente. Fluctúa con la temperatura corporal, el nivel de actividad y otros factores.
* Esta medición no nos diría nada útil sobre el nivel de salud, estado o energía de una persona en la forma en que normalmente pensamos en esos términos.
Sin embargo, hay algunas formas indirectas de medir aspectos de la actividad electromagnética de una persona:
* Imágenes médicas: Las técnicas como MRI y EEG miden los campos electromagnéticos generados por el cerebro y otros órganos.
* Temperatura corporal: Los termómetros infrarrojos miden la cantidad de radiación infrarroja emitida por la piel.
Nota importante: Las afirmaciones de dispositivos que pueden "medir" el "aura" o el "campo de energía" de una persona no están respaldadas por evidencia científica.