Sin embargo, energía puede considerarse "inútil" en ciertos contextos:
* Forma incorrecta: La energía es inútil si no está en una forma que podamos usar fácilmente. Por ejemplo, tener grandes cantidades de energía geotérmica profunda bajo tierra es inútil si no podemos aprovecharlo de manera eficiente.
* lugar incorrecto: Incluso si tenemos la forma correcta de energía, es inútil si no es donde la necesitamos. Por ejemplo, la energía solar es inútil en un sótano oscuro.
* Tiempo incorrecto: La energía es inútil si no está disponible cuando la necesitamos. Por ejemplo, tener una gran cantidad de energía almacenada para un aumento de energía futuro es inútil si ese aumento no ocurre.
* Pérdida debido a la ineficiencia: La energía se puede perder debido a la ineficiencia en la conversión o la transferencia. Esta energía desperdiciada es inútil en el contexto del propósito original. Por ejemplo, mucha energía se pierde como calor en bombillas incandescentes tradicionales, lo que las hace menos eficientes.
* Efectos dañinos: A veces, la energía puede ser dañina si se libera de una manera que causa daños. Por ejemplo, una explosión nuclear libera cantidades masivas de energía, pero la energía es inútil en ese contexto porque es destructivo.
Entonces, aunque la energía en sí nunca es inútil, su utilidad depende del contexto, la forma, la ubicación, el tiempo y la forma en que se aprovecha . Podemos decir que la energía es "inútil" Cuando no está en la forma correcta, el lugar o el tiempo para nuestras necesidades, o cuando su liberación conduce a consecuencias dañinas.