* Baja conductividad térmica: El vidrio tiene una conductividad térmica baja, lo que significa que no transfiere fácilmente el calor a través de su material. Esto se debe a que los átomos dentro del vidrio están bien empacados y vibran lentamente, lo que limita la transferencia de energía cinética (calor) de un átomo a otro.
* Barrera de radiación: El vidrio es relativamente opaco a la radiación infrarroja, que es un componente importante de la transferencia de calor. Esto significa que bloquea una porción significativa de la radiación infrarroja que de otro modo pasaría a través del vidrio.
* Barrera de convección: Si bien el vidrio en sí se puede calentar, forma una barrera para las corrientes de convección que de otro modo transferirían el calor a través del aire. El aire atrapado dentro del vidrio se convierte en un buen aislante, evitando la transferencia rápida de calor.
Cómo se usa el vidrio para reducir la transferencia de energía térmica:
* Windows doble o triple: Estas ventanas contienen dos o tres paneles de vidrio con un vacío o espacio lleno de gas entre ellas. Este aire o gas atrapado reduce significativamente la transferencia de calor por convección y conducción.
* recubrimientos bajos en E: Estos recubrimientos se aplican a la superficie del vidrio y están diseñados para reflejar la radiación infrarroja de regreso a su fuente, minimizando la transferencia de calor.
* Unidades de vidrio aislada (IGU): Las IGU combinan los beneficios de múltiples paneles de vidrio, recubrimientos bajos en E y rellenos de gas para crear ventanas altamente eficientes que minimicen la pérdida de calor en el invierno y la ganancia de calor en el verano.
Nota importante: Si bien el vidrio es un buen aislante de alguna manera, sigue siendo un buen conductor de calor en comparación con materiales como madera o espuma. Por lo tanto, no es una barrera perfecta para la transferencia de energía térmica, pero con el diseño y la tecnología correctos, puede ser muy efectivo para reducir la pérdida y ganancia de calor.