* Niveles de energía: Los átomos tienen niveles de energía específicos, representados por nubes de electrones u orbitales. Los niveles de energía más altos están más lejos del núcleo, mientras que los niveles de energía más bajos están más cerca.
* Excitación: Los electrones se pueden excitar a niveles de energía más altos al absorber la energía, como el calor o la luz.
* Relajación: Cuando un electrón excitado vuelve a un nivel de energía más bajo, libera el exceso de energía como un fotón de luz.
* Energía de fotón: La energía del fotón está directamente relacionada con la diferencia de energía entre los dos niveles de energía.
* Luz visible: Si la diferencia de energía está dentro de un cierto rango, el fotón estará en el espectro de luz visible y lo veremos como un color. De lo contrario, podría estar en el ultravioleta, el infrarrojo u otras partes del espectro electromagnético.
Aquí hay una analogía:
Imagine un electrón como una bola rodando por una colina. Cuanto más alto se inicia la colina, más energía potencial tiene. Cuando baja hacia abajo, convierte esa energía potencial en energía cinética (movimiento), liberando algo de energía como calor. Del mismo modo, un electrón cae a un nivel de energía más bajo libera el exceso de energía como un fotón de luz.
Aplicaciones:
Este fenómeno forma la base de muchas tecnologías, que incluyen:
* láser: En los láseres, los electrones están excitados a niveles de energía más altos, luego liberan fotones de luz a medida que regresan a niveles más bajos, creando un haz de luz coherente.
* Luces fluorescentes: Estas luces usan la emisión de fotones de electrones excitados en átomos de gas para producir luz visible.
* Espectroscopía: Los científicos usan las longitudes de onda de la luz emitidas por átomos excitados para identificar los elementos presentes en una muestra.
En resumen: Cuando un electrón cae a un nivel de energía más bajo, libera energía como un fotón de luz. Este proceso es fundamental para muchas tecnologías importantes y principios científicos.