1. Combustibles fósiles (carbón, gas natural, petróleo):
- Este es el método más común, que representa aproximadamente el 60% de la producción global de electricidad.
- Los combustibles fósiles se queman para calentar agua, creando vapor que impulsa turbinas conectadas a generadores.
- Este proceso libera gases de efecto invernadero, contribuyendo al cambio climático.
2. Energía nuclear:
- Las centrales nucleares usan fisión nuclear para generar calor, que luego se usa para crear turbinas de vapor y energía.
- Es una fuente de electricidad baja en carbono, pero quedan preocupaciones sobre los desechos radiactivos y los accidentes potenciales.
3. Energía renovable:
- potencia hidroeléctrica: Las presas capturan agua y la liberan a través de turbinas, generando electricidad. Es una fuente significativa en algunas regiones pero depende de la disponibilidad de agua.
- energía solar: Los paneles fotovoltaicos convierten la luz solar directamente en electricidad. Este es un sector de rápido crecimiento.
- energía eólica: Las turbinas eólicas aprovechan la energía cinética del viento para generar electricidad. Este es también un sector de rápido crecimiento.
- Energía geotérmica: Las centrales eléctricas geotérmicas usan el calor del interior de la Tierra para generar electricidad. Es una fuente confiable pero geográficamente limitada.
- Energía de biomasa: Quema de materia orgánica como madera o desechos agrícolas para crear calor y electricidad.
Otras fuentes:
- Potencia de marea: Aprovecha la energía de las mareas oceánicas para generar electricidad.
- potencia de onda: Utiliza el movimiento de las ondas oceánicas para generar electricidad.
- potencia de hidrógeno: Genera electricidad usando celdas de combustible de hidrógeno.
En resumen:
- Los combustibles fósiles dominan la producción mundial de electricidad debido a su abundancia histórica y facilidad de uso.
- Las fuentes de energía renovable están creciendo rápidamente, pero aún constituyen una porción más pequeña de la mezcla de electricidad global.
- Es probable que el futuro de la producción de electricidad vea un cambio hacia fuentes más limpias y sostenibles, impulsadas por preocupaciones ambientales y avances tecnológicos.