1. Crecimiento y desarrollo: La energía es esencial para construir nuevas células y tejidos, lo que permite que los organismos crezcan y desarrollen. Esto incluye procesos como la división celular, la síntesis de proteínas y la producción de nuevos órganos.
2. Movimiento: Energía potencia todas las formas de movimiento, desde la paliza de los cilios en organismos unicelulares hasta las intrincadas contracciones musculares que permiten a los animales caminar, nadar o volar. Incluso las plantas usan energía para el movimiento, como la apertura y el cierre de las hojas o el crecimiento de las vides.
3. Procesos metabólicos: Se requiere energía para todas las reacciones químicas que ocurren dentro de un organismo, conocido colectivamente como metabolismo. Esto incluye procesos como digestión, respiración y la creación y descomposición de las moléculas. Estas reacciones son esenciales para mantener la vida.