e =hν
Dónde:
* e es la energía de un fotón (medido en julios)
* h es la constante de Planck (aproximadamente 6.626 x 10⁻³⁴ j · s)
* ν (pronunciado "nu") es la frecuencia de la radiación electromagnética (medida en Hertz, Hz, que es ciclos por segundo)
Esta ecuación nos dice que:
* La energía es directamente proporcional a la frecuencia. Esto significa que a medida que aumenta la frecuencia, la energía también aumenta.
* La constante de Planck es la constante de proporcionalidad. Relaciona la energía de un fotón con su frecuencia.
Implicaciones de la ecuación de Planck:
* La radiación de mayor frecuencia conlleva más energía. Esta es la razón por la cual la luz ultravioleta puede causar quemaduras solares, mientras que la radiación infrarroja se siente cálida.
* La energía de un fotón se puede calcular si se conoce su frecuencia. Esto es esencial para comprender el comportamiento de la luz y otra radiación electromagnética.
Ejemplos:
* ondas de radio tener frecuencias muy bajas y, por lo tanto, bajas energías.
* rayos X tener frecuencias muy altas y, por lo tanto, altas energías.
* Luz visible cae en algún punto intermedio, con diferentes colores correspondientes a diferentes frecuencias y energías.
Nota importante:
Si bien la ecuación de Planck describe la relación entre la frecuencia y la energía para los fotones, es importante recordar que el concepto de frecuencia es más amplio y se aplica a otros tipos de ondas, como las ondas de sonido. Sin embargo, la relación entre frecuencia y energía es específica de la radiación electromagnética, que se compone de fotones.