* Melting: Esta es la transición de un sólido a un líquido. Los átomos en un sólido están bien empacados y tienen baja energía cinética. A medida que ganan energía, vibran más vigorosamente, liberándose de sus posiciones fijas y moviéndose más libremente, convirtiéndose en un líquido.
* vaporización (ebullición o evaporación): Esta es la transición de un líquido a un gas. Los átomos en un líquido tienen más libertad de movimiento que en un sólido, pero aún están relativamente juntos. A medida que ganan aún más energía, superan las fuerzas atractivas que los mantienen unidos y escapan al estado gaseoso, donde están muy separados y se mueven rápidamente.
* sublimación: Esta es la transición directamente de un sólido a un gas. Los átomos en un sólido pueden ganar suficiente energía para evitar el estado líquido por completo y saltar directamente a la fase gaseosa. Este es un proceso menos común, pero ocurre para ciertas sustancias como el hielo seco (dióxido de carbono sólido).
En todos estos procesos, la energía obtenida por los átomos les permite superar las fuerzas intermoleculares que los mantienen unidos en un estado más condensado, lo que lleva a un cambio en su estado de materia.