1. Explosión de supernova: Los púlsares nacen del colapso central de estrellas masivas (al menos 8 veces la masa de nuestro sol) durante una explosión de supernova.
2. Formación de estrella de neutrones: El núcleo se derrumba bajo su propia gravedad, apretando protones y electrones para formar neutrones. Esto crea un objeto increíblemente denso llamado estrella de neutrones, de solo 20 kilómetros de diámetro.
3. Rotación rápida: El momento angular de la estrella original se conserva durante el colapso. Dado que la estrella de neutrones es increíblemente pequeña, la conservación del momento angular significa que gira increíblemente rápido, a menudo cientos de veces por segundo.
4. Campo magnético: Las estrellas de neutrones tienen campos magnéticos extremadamente fuertes, miles de millones de veces más fuertes que los de la Tierra.
5. Emisión de energía: A medida que la estrella de neutrones gira, su campo magnético se extiende a través del espacio. Las partículas cargadas en el entorno circundante se aceleran por el campo magnético, emitiendo intensos rayos de radiación (ondas de radio, rayos X y rayos gamma) a lo largo de los polos magnéticos.
6. pulsar "blips": Observamos estas vigas como pulsos de radiación porque la rotación de la estrella de neutrones alinea periódicamente los haces con nuestra línea de visión.
En esencia, la energía de un pulsar se origina en la energía potencial gravitacional liberada durante el colapso de la supernova. Esta energía se transforma en la energía cinética de rotación y la potencia del campo magnético, que a su vez alimenta la radiación emitida por el pulsar.