1. Energía solar: Aprovechando la potencia del sol a través de paneles fotovoltaicos (PV) para generar electricidad. Esta es una fuente de energía en rápido crecimiento.
2. Energía eólica: Utilizando las turbinas eólicas para convertir la energía eólica en electricidad. Esto a menudo se encuentra en áreas con patrones de viento consistentes.
3. Hydroapower: Generando electricidad a partir del movimiento del agua, típicamente en presas o plantas hidroeléctricas. Esta es una tecnología madura pero puede tener impactos ambientales.
4. Energía geotérmica: Utilizando el calor del interior de la Tierra para generar electricidad o para fines de calefacción directa. Esta es una fuente confiable pero a menudo limitada a ubicaciones específicas.
5. Energía de biomasa: Quema de materia orgánica (como madera, cultivos o desechos) para producir calor o electricidad. Esta puede ser una fuente neutral en carbono si se gestiona de manera sostenible.
Es importante recordar que cada una de estas fuentes tiene sus propias ventajas y desventajas, y la mejor opción para una región o aplicación en particular depende de varios factores.