1. Actividad volcánica: Las regiones con volcanes activos o actividad volcánica reciente a menudo tienen una alta concentración de calor cerca de la superficie de la Tierra. Este calor se puede aprovechar a través de centrales eléctricas geotérmicas, que utilizan vapor producido a partir de agua o roca subterránea calentada.
2. Decadencia radiactiva: El núcleo de la Tierra es increíblemente caliente debido a la descomposición radiactiva de elementos como uranio, torio y potasio. Este calor fluye gradualmente hacia la superficie, creando gradientes geotérmicos en la corteza terrestre. En áreas donde la corteza es delgada o fracturada, se puede acceder a este calor a través de pozos geotérmicos.