1. luz solar: Los árboles absorben la luz solar a través de sus hojas, que contienen clorofila.
2. Clorofila: La clorofila captura la energía de la luz solar y la usa para convertir el dióxido de carbono del aire y el agua del suelo en glucosa (un tipo de azúcar).
3. glucosa: Esta glucosa es un azúcar simple que actúa como una fuente de energía para el árbol, lo que le permite crecer y funcionar.
4. madera: La glucosa también se usa para construir la estructura del árbol, incluida la madera.
Esencialmente, la energía del sol se almacena dentro de los enlaces químicos de las moléculas de glucosa, y esa energía se transfiere a la madera a medida que el árbol crece.
Este proceso es la base de la vida en la Tierra, ya que permite a las plantas capturar la energía del sol y convertirla en una forma que puedan ser utilizada por otros organismos.