La latencia es un período de actividad metabólica reducida, crecimiento y desarrollo. Durante este tiempo, el organismo ingresa a un estado de inactividad, que les permite conservar energía y sobrevivir períodos de condiciones desfavorables, como inviernos fríos, falta de alimentos o sequía.
Hay muchos tipos de latencia, cada uno con sus propias características únicas:
* Hibernación: Un estado prolongado de sueño profundo en mamíferos, caracterizado por la temperatura corporal, la frecuencia cardíaca y la respiración más bajas. Permite a los animales conservar la energía durante el invierno cuando la comida es escasa.
* Aestivación: Un estado de inactividad en respuesta a condiciones calientes y secas, similar a la hibernación pero que ocurre en el verano.
* Diapause: Un período de desarrollo arrestado en insectos, desencadenado por señales ambientales como la duración del día o la temperatura.
* latencia de semillas: Un estado de inactividad en las semillas que les impide germinar hasta que estén presentes condiciones adecuadas.
Al ingresar a estos estados inactivos, los organismos pueden reducir significativamente su gasto de energía y sobrevivir períodos en que los recursos son limitados.