1. Apague las luces y la electrónica cuando no esté en uso. Esto parece simple, pero es sorprendente cuánta energía desperdiciamos dejando luces y productos electrónicos cuando no las estamos usando. Use temporizadores o sensores de movimiento para luces en áreas que no se usan con frecuencia.
2. Actualizar a los electrodomésticos de eficiencia energética. Busque la etiqueta Energy Star en electrodomésticos como refrigeradores, lavadoras y secadoras. Estos electrodomésticos usan menos energía y pueden ahorrarle dinero en sus facturas de servicios públicos a largo plazo.
3. Aislue su hogar correctamente. El aislamiento ayuda a mantener su hogar fresco en el verano y cálido en el invierno, reduciendo la necesidad de calefacción y enfriamiento. Revise su ático, paredes y cimientos para conocer los niveles de aislamiento adecuados.
4. sella borradores y fugas. Pequeñas grietas y huecos alrededor de puertas, ventanas y tuberías pueden dejar entrar aire frío en invierno y aire caliente en verano, desperdiciando energía. Use un sellador WeatherStripping, calafateo o espuma para llenar estos vacíos.
5. Use luz natural. Abra cortinas y persianas durante el día para dejar entrar la luz natural y reducir la necesidad de iluminación artificial. Esto puede reducir significativamente su consumo de energía, especialmente en los meses de verano.
Al implementar estos cambios simples, puede reducir significativamente su consumo de energía y ahorrar dinero en sus facturas de servicios públicos.