* La fuente de energía: La energía nuclear se deriva de la energía liberada durante las reacciones nucleares, específicamente la fisión nuclear. La fisión es el proceso donde el núcleo de un átomo pesado (como el uranio) se divide en núcleos más ligeros. Esta división libera una tremenda cantidad de energía, principalmente en forma de calor.
* Reacciones en cadena: La radiactividad juega un papel fundamental en el mantenimiento del proceso de fisión. Cuando un núcleo pesado sufre fisión, libera neutrones. Estos neutrones pueden golpear otros núcleos pesados, haciendo que también se fisionen. Esto crea una reacción en cadena, donde un evento de fisión desencadena a muchos otros, liberando un flujo continuo de energía.
* Control de la liberación de energía: La velocidad de la reacción en cadena, y por lo tanto la salida de energía, se puede controlar ajustando el número de neutrones disponibles para causar fisión. Esto se realiza utilizando varillas de control que absorben neutrones, desacelerando la reacción hacia abajo.
* Residuos radiactivos: Si bien el proceso de fisión es la fuente de energía, también produce subproductos radiactivos. Estos subproductos son los que hacen que los desechos nucleares sean una preocupación significativa. Gestionar adecuadamente este desperdicio es esencial para el uso seguro y responsable de la energía nuclear.
En resumen, la radioactividad es la fuerza impulsora detrás de la producción de energía nuclear. Alimenta la reacción de fisión, permite la liberación sostenida de energía y es la fuente de los desechos radiactivos que deben ser manejados.