1. Medidores eléctricos:
* medidores analógicos: Estos son los medidores más antiguos y tradicionales con una esfera giratoria. La velocidad de la rotación del dial corresponde a la cantidad de energía que se utiliza. La posición del dial es leída por un lector de medidores, generalmente una vez al mes.
* medidores digitales: Estos son más modernos y a menudo se les conoce como "medidores inteligentes". Registran digitalmente el uso de energía y pueden transmitir esa información de forma inalámbrica a la compañía de servicios públicos. Esto permite lecturas más frecuentes y ayuda a los servicios públicos a identificar patrones de uso.
2. Técnicas de medición:
* kilovatios-hora (kwh): La energía se mide en kilovatios-hora (kWh). Un KWH es la cantidad de energía utilizada por un aparato de 1000 vatios durante una hora.
* Voltaje y corriente: Los medidores miden el voltaje (potencial eléctrico) y la corriente (flujo de electrones). Al multiplicar estos dos valores, el consumo de energía se calcula en los vatios.
* Seguimiento de consumo de energía: Los medidores registran la energía total consumida con el tiempo, generalmente en KWH. Estos datos se utilizan para generar su factura de electricidad.
3. Otros métodos:
* Precios de tiempo de uso: Algunas empresas de servicios públicos utilizan precios de tiempo de uso, donde el costo de la electricidad varía según la hora del día. Esto alienta a los clientes a usar menos energía durante las horas máximas de demanda.
* cargos de demanda: Algunas utilidades también cobran un cargo de demanda, que se basa en la mayor cantidad de energía utilizada durante un período de tiempo específico. Esto incentiva a las empresas para reducir su demanda máxima.
* Monitoreo remoto: Con el avance de la tecnología, algunas utilidades permiten a los clientes monitorear su consumo de energía de forma remota a través de portales en línea o aplicaciones móviles.
En resumen:
Las compañías de servicios públicos miden el consumo de energía eléctrica principalmente a través de medidores eléctricos, que registran la cantidad de energía utilizada con el tiempo. Utilizan estos datos para calcular su factura de electricidad e implementar estrategias para gestionar la demanda de energía de manera eficiente.