Aquí hay algunas características clave de un estilo de vida inactivo:
* Actividad física limitada: Esto podría significar pasar la mayor parte del día sentado o acostado, como trabajar en un trabajo de escritorio, mirar televisión o usar dispositivos electrónicos.
* Falta de ejercicio: El ejercicio regular y estructurado es mínimo o inexistente.
* viajando por automóvil o transporte público: Caminar o ciclismo se evita para distancias cortas.
* Actividades recreativas limitadas: El tiempo libre se gasta en actividades sedentarias como ver televisión, jugar videojuegos o leer.
Las consecuencias de un estilo de vida inactivo pueden ser graves:
* Mayor riesgo de enfermedades crónicas: La enfermedad cardíaca, el accidente cerebrovascular, la diabetes tipo 2, algunos tipos de cáncer y obesidad están vinculados a la inactividad.
* Problemas de salud mental: La depresión, la ansiedad y la baja autoestima son más comunes en las personas inactivas.
* Limitaciones físicas: La debilidad muscular, la reducción de la densidad ósea y la disminución de la flexibilidad.
Es importante tener en cuenta:
* El nivel de actividad de todos es diferente. Lo que podría considerarse inactivo para una persona puede no ser para otra.
* Nunca es demasiado tarde para hacer cambios. Incluso pequeñas cantidades de actividad física pueden tener un impacto positivo en su salud.
Para moverse hacia un estilo de vida más activo:
* Apunte a al menos 150 minutos de actividad aeróbica de intensidad moderada o 75 minutos de actividad aeróbica de intensidad vigorosa por semana.
* Incluya actividades de entrenamiento de fuerza al menos dos veces por semana.
* Encuentra actividades que disfrutes y hazlas parte de tu rutina.
* Haga pequeños cambios gradualmente, como tomar las escaleras en lugar del ascensor.
* Hable con su médico antes de comenzar cualquier nuevo programa de ejercicios.