El calor hace que el aire se expanda y suba. Cuando el aire se calienta, sus moléculas ganan energía y se mueven más rápidamente. Esto hace que se extiendan y ocupen más espacio, lo que resulta en expansión. A medida que el aire caliente se vuelve menos denso que el aire más frío que lo rodea, se eleva debido a las fuerzas de flotación.