Energía química a energía térmica: La energía química almacenada en la celulosa, hemicelulosa y lignina del papel se libera durante la combustión. A medida que estos compuestos reaccionan con el oxígeno, se descomponen y liberan energía en forma de calor y luz.
Energía luminosa a energía térmica: La luz emitida durante la combustión también es una forma de conversión de energía. La energía luminosa es absorbida por los objetos circundantes o por el aire, lo que hace que aumenten su temperatura.
Energía térmica para trabajar: La energía térmica producida por la combustión del papel se puede utilizar para realizar trabajo. Por ejemplo, cuando se quema papel en una caldera para producir vapor, el vapor en expansión se puede aprovechar para impulsar una turbina, generando trabajo mecánico o electricidad.
Otras conversiones de energía: Durante el proceso de combustión, parte de la energía puede perderse al entorno en forma de energía sonora o mediante una combustión incompleta, lo que da como resultado la formación de cenizas y otros subproductos de la combustión.
En general, la quema de papel implica la conversión de energía química almacenada dentro del papel en energía térmica, energía luminosa y trabajo mecánico, junto con cierta pérdida de energía hacia el entorno.