Una caldera de gasóleo no suele tener una temperatura de 65 grados centígrados. El ajuste de temperatura adecuado depende del modelo específico de caldera y de los requisitos de calefacción del edificio. Sin embargo, la mayoría de las calderas de gasóleo funcionan a un rango de temperatura de entre 70 y 85 grados Celsius para proporcionar calefacción de manera eficiente.