Para reducir las pérdidas de calor por radiación se deben utilizar materiales de baja emisividad. Algunos ejemplos de materiales con baja emisividad incluyen:
- metales pulidos
- Aluminio anodizado
- Vidrio de baja emisividad
- Láminas reflectantes
- Ciertos tipos de pinturas y revestimientos.
Estos materiales tienen una baja emisividad, lo que significa que reflejan, en lugar de emitir, una parte importante de la radiación térmica que los incide. Al utilizar estos materiales, es posible minimizar la cantidad de calor perdido por radiación, mejorando así el rendimiento térmico de edificios, vehículos y otros sistemas.