Cuando dos objetos a diferentes temperaturas entran en contacto, la energía fluye desde el objeto de mayor temperatura al de menor temperatura hasta que alcanzan el equilibrio térmico, donde ambos objetos tienen la misma temperatura.
El objeto con mayor temperatura posee partículas que se mueven más rápido. Cuando los dos objetos se ponen en contacto, estas partículas chocan y transfieren energía térmica directamente. La tasa de transferencia de energía depende de varios factores, entre ellos:
- Superficie de contacto :Superficies de contacto más extensas pueden facilitar una conducción térmica más rápida.
- Diferencia de temperatura :Cuanto mayor es la diferencia de temperatura, más rápido fluye la energía.
- Propiedades del material :Los diferentes materiales tienen distintas conductividades térmicas, que miden su capacidad para transferir energía térmica.
La conducción térmica ocurre en objetos sólidos como los metales, en los que las partículas vibran libremente alrededor de sus posiciones fijas y transfieren energía fácilmente mediante colisiones. También es prominente en líquidos y gases. Sin embargo, en líquidos y gases, el movimiento de partículas (convección) y la difusión molecular también contribuyen a la transferencia de energía.