1. Alta capacidad calorífica específica: El agua tiene una alta capacidad calorífica específica, lo que significa que puede absorber o liberar una cantidad significativa de energía térmica sin experimentar un cambio drástico de temperatura. Esta propiedad hace que el agua sea un fluido de transferencia de calor eficaz, ya que puede absorber el calor de una fuente de alta temperatura y liberarlo eficientemente a un disipador de baja temperatura.
2. Conductividad térmica: Si bien la conductividad térmica del agua es relativamente baja en comparación con la de los metales, sigue siendo adecuada para muchas aplicaciones de intercambio de calor. La moderada conductividad térmica del agua permite un equilibrio entre una transferencia de calor eficiente y una caída de presión manejable en los intercambiadores de calor.
3. Disponibilidad y bajo coste: El agua es abundante y está fácilmente disponible en la mayor parte del mundo, lo que la convierte en una opción económica para los procesos de intercambio de calor. Su bajo coste es una ventaja significativa cuando se requieren grandes volúmenes de fluido caloportador.
4. Compatibilidad ambiental y no tóxica: El agua no es tóxica y es respetuosa con el medio ambiente, lo que la hace adecuada para su uso en aplicaciones donde el impacto ambiental es una preocupación. A diferencia de ciertos fluidos sintéticos de transferencia de calor, el agua no plantea peligros ambientales ni riesgos ecológicos.
5. Inerte y químicamente estable: El agua es químicamente estable y no reactiva en condiciones normales de funcionamiento. No se corroe ni reacciona con la mayoría de los materiales comúnmente utilizados en los intercambiadores de calor, como el cobre, el acero y el acero inoxidable. Esta propiedad asegura la integridad del sistema de intercambio de calor durante períodos prolongados.
6. Amplio rango de temperatura: El agua tiene un amplio rango de temperatura líquida, desde 0°C (32°F) hasta 100°C (212°F) al nivel del mar. Esto lo hace adecuado para una variedad de aplicaciones de temperatura, incluidos procesos de calentamiento y enfriamiento.
7. Propiedades termofísicas establecidas: Las propiedades termofísicas del agua están bien documentadas y ampliamente disponibles, lo que facilita cálculos de ingeniería precisos y simulaciones relacionadas con los procesos de intercambio de calor.
Debido a estas propiedades ventajosas, el agua es el medio de intercambio de calor preferido en numerosas aplicaciones, como sistemas de calefacción urbana, motores refrigerados por agua, refrigeración de procesos industriales, bombas de calor, radiadores, sistemas solares térmicos, energía geotérmica y muchas más.