* Relación superficie-volumen . Cuanto mayor es la relación entre superficie y volumen, más calor se pierde. Esto se debe a que el área de superficie es el área a través de la cual el calor puede escapar, mientras que el volumen es la cantidad de calor que se almacena. Por ejemplo, las manos y los pies tienen una alta relación superficie-volumen, por lo que pierden calor más rápidamente que el torso.
* Flujo sanguíneo . Cuanta más sangre fluye hacia una parte del cuerpo, más calor se pierde. Esto se debe a que la sangre transporta calor desde el centro del cuerpo a la superficie, donde puede perderse al medio ambiente. Por ejemplo, la cara y las orejas tienen un flujo sanguíneo elevado, por lo que pierden calor más rápidamente que los brazos y las piernas.
* Aislamiento . Cuanto más aislamiento tenga una parte del cuerpo, menos calor se perderá. El aislamiento puede ser proporcionado por la grasa, los músculos y la ropa. Por ejemplo, el torso tiene más aislamiento que los brazos y las piernas, por lo que pierde calor más lentamente.
Además de estos factores, algunas personas también pueden perder más calor que otras debido a afecciones médicas como anemia, diabetes y problemas de tiroides. Si le preocupa la cantidad de calor que está perdiendo, es importante que hable con su médico.