Cuando la madera se calienta, se somete a un proceso llamado pirólisis, donde la estructura química de la madera se descompone y libera gases y vapores inflamables. Estos gases y vapores se mezclan con el oxígeno del aire y pueden encenderse formando una llama cuando la temperatura alcanza el punto de ignición de la madera, que es de alrededor de 250 a 300 grados Celsius (482 a 572 grados Fahrenheit) para la mayoría de los tipos de madera.
La velocidad a la que la madera se enciende y arde depende de varios factores, como el tipo de madera, su contenido de humedad, la superficie expuesta al calor y al oxígeno y la temperatura de la fuente de calor. Los trozos de madera más pequeños con un alto contenido de humedad y un suministro limitado de oxígeno pueden tardar más en incendiarse o pueden no incendiarse en absoluto si la fuente de calor no está lo suficientemente caliente o no se mantiene durante un período lo suficientemente largo.
Estas son algunas de las razones por las que puede parecer que la madera no se enciende inmediatamente cuando se calienta un poco:
Baja temperatura: La superficie de la madera puede calentarse, pero es posible que la temperatura no sea lo suficientemente alta como para alcanzar el punto de ignición.
Alto contenido de humedad: El agua actúa como retardante de llama natural, absorbiendo y disipando el calor. La madera húmeda tiene un mayor contenido de humedad y requiere más energía para alcanzar su punto de ignición.
Suministro limitado de oxígeno: Si la madera no está expuesta a suficiente oxígeno, es posible que los gases y vapores de pirólisis no se mezclen adecuadamente y no se enciendan.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que incluso si la madera no estalla inmediatamente en llamas, aún puede estar en proceso de pirólisis, liberando gases y vapores inflamables que eventualmente podrían encenderse si se exponen a una fuente de calor suficiente y mucho oxígeno.
Para garantizar la seguridad y prevenir incendios accidentales, siempre se recomienda manipular llamas abiertas y fuentes de calor con precaución y seguir prácticas seguras al trabajar con cualquier material combustible, incluida la madera.