1. Tasa metabólica basal (TMB):La TMB es la energía mínima que requiere el cuerpo para mantener funciones vitales básicas como la respiración, la circulación y el mantenimiento de la temperatura corporal. Representa alrededor del 60-70% de la producción de calor.
2. Actividad física:El ejercicio, el trabajo y las actividades diarias aumentan el gasto energético y conducen a una mayor producción de calor. Esto ayuda a mantener la temperatura corporal, especialmente cuando la temperatura ambiental es más baja.
3. Temblores:cuando la temperatura corporal desciende por debajo de cierto nivel, se producen escalofríos. Esta contracción muscular involuntaria genera calor como subproducto para calentar el cuerpo.
4. Termogénesis sin temblores (NST):La NST es un proceso involuntario que produce calor sin temblar. Ocurre cuando ciertas hormonas (por ejemplo, tiroxina) aumentan la tasa metabólica y estimulan la producción de calor en varios tejidos, como el tejido adiposo pardo (BAT).
5. Procesos Digestivos:El proceso de digestión y metabolización de los alimentos requiere energía, la cual contribuye a la producción de calor. Esto se conoce como efecto térmico de los alimentos (TEF).
6. Factores ambientales:Los ambientes cálidos y húmedos pueden provocar un aumento de calor, especialmente cuando se ve afectada la capacidad del cuerpo para enfriarse a través de la transpiración.
7. Factores hormonales:Ciertas hormonas, como la adrenalina (epinefrina), pueden aumentar la tasa metabólica y provocar la liberación de calor en respuesta al estrés o actividades extenuantes.
8. Infección o inflamación:las infecciones y las afecciones inflamatorias pueden elevar la temperatura corporal como parte de la respuesta inmunitaria. El aumento de la tasa metabólica asociado con estas condiciones conduce a la producción de calor.
Al equilibrar estos mecanismos, el cuerpo humano mantiene una temperatura central constante (37°C o 98,6°F en promedio) esencial para el funcionamiento óptimo de los procesos fisiológicos y el bienestar general.