1. Composición química: El carbón se compone principalmente de carbono, con cantidades variables de hidrógeno, azufre y otros minerales, mientras que el papel se compone principalmente de celulosa, hemicelulosa y lignina. El carbono tiene un poder calorífico más alto que la celulosa y otros componentes que se encuentran en el papel. Cuando se queman, los enlaces químicos del carbón liberan más energía en forma de calor.
2. Densidad: El carbón es más denso que el papel. Un volumen determinado de carbón contiene más masa que el mismo volumen de papel. Como resultado, la quema de carbón proporciona una fuente más concentrada de combustible por unidad de volumen, liberando más calor.
3. Contenido de humedad: El carbón suele tener un contenido de humedad menor que el papel. Cuando se queman materiales húmedos, una parte de la energía térmica se utiliza para evaporar el contenido de agua antes de que pueda ocurrir la combustión. El menor contenido de humedad del carbón significa que se puede destinar más energía a producir calor.
4. Materia volátil: El carbón contiene un mayor porcentaje de materia volátil en comparación con el papel. La materia volátil se refiere a las sustancias del combustible que se vaporizan fácilmente al calentarse. A medida que se calienta el carbón, estos compuestos volátiles liberan gases que se queman y contribuyen a la producción de calor.
5. Temperatura de combustión: El carbón arde a una temperatura más alta que el papel. La mayor temperatura de combustión del carbón da como resultado una combustión más completa y la liberación de más energía térmica.
En resumen, el mayor poder calorífico, la densidad, el menor contenido de humedad, el mayor contenido de materia volátil y la mayor temperatura de combustión del carbón contribuyen a su capacidad para producir más calor en comparación con el papel durante la combustión.