1. Precisión. Cuando el contenido está caliente, se encuentra en un estado de flujo y su peso cambiará a medida que se enfría. Esto puede conducir a resultados inexactos. Por ejemplo, si pesas un trozo de carne mientras aún está caliente, pesará más que cuando esté frío, simplemente porque retiene más agua.
2. Seguridad. El contenido caliente puede provocar quemaduras si no se manipula adecuadamente. Pesar contenido caliente puede ser una tarea peligrosa, ya que puede derramarse o salpicarse fácilmente y provocar lesiones.
3. Eficiencia. Pesar contenido caliente puede llevar mucho tiempo, ya que es necesario que el contenido se enfríe antes de poder pesarlo con precisión. Esto puede suponer un inconveniente importante, especialmente si pesas grandes cantidades de contenido o tienes prisa.
Por todas estas razones, es mejor evitar pesar contenido caliente. Si necesita pesar contenido caliente, asegúrese de tomar las precauciones de seguridad adecuadas y deje que se enfríe primero.