Esto no es cierto, el carbón produce llama cuando arde. La llama del carbón suele ser de color naranja o amarillo y emite mucho humo y cenizas. Sin embargo, si el carbón se quema en un horno o caldera adecuadamente diseñado, la llama puede ser azul o blanca y las emisiones de humo y cenizas se pueden reducir significativamente.