1. Proteínas :Las proteínas son moléculas esenciales que realizan diversas funciones en el organismo. Están formados por aminoácidos y cada aminoácido contiene átomos de carbono. El carbono presente en las proteínas representa una gran parte del carbono total almacenado en el cuerpo.
2. Grasas y Lípidos :Las grasas y otros lípidos son cruciales para el almacenamiento y aislamiento de energía en el cuerpo. Están formados por átomos de carbono unidos a hidrógeno y oxígeno. El contenido de carbono en las grasas y los lípidos es relativamente alto, lo que los convierte en una importante reserva de carbono.
3. Carbohidratos :Los carbohidratos, como la glucosa, sirven como la principal fuente de energía del cuerpo. Están compuestos por átomos de carbono, hidrógeno y oxígeno, siendo el carbono el constituyente principal. Los carbohidratos se almacenan en el hígado y los músculos esqueléticos como glucógeno, proporcionando una fuente lista de glucosa cuando es necesario.
4. Ácidos nucleicos (ADN y ARN) :El ADN (ácido desoxirribonucleico) y el ARN (ácido ribonucleico) son moléculas esenciales que transportan información genética y participan en diversos procesos celulares. Contienen bases nitrogenadas y moléculas de azúcar que están compuestas por carbono, entre otros elementos.
5. Huesos y dientes :El componente mineral de huesos y dientes, conocido como hidroxiapatita, contiene una cantidad considerable de carbono. El carbono está presente dentro del grupo carbonato (CO32-) que forma parte de la red cristalina de hidroxiapatita.
Además de estas formas principales, el carbono también está presente en otras moléculas del cuerpo, como hormonas, enzimas, vitaminas y neurotransmisores. El contenido general de carbono en el cuerpo humano varía según factores como la edad, el sexo y la composición corporal. El cuerpo humano sufre continuamente procesos metabólicos, donde los átomos de carbono se intercambian mediante la ingesta y liberación de dióxido de carbono. Este intercambio ocurre durante la respiración y es fundamental para mantener el equilibrio de carbono del cuerpo.