La principal fuente de energía del organismo proviene de los carbohidratos. Los carbohidratos se descomponen en glucosa, que luego las células de todo el cuerpo utilizan como energía. La glucosa es la fuente de energía preferida para el cerebro y el sistema nervioso, y también es utilizada por los músculos y otros tejidos. Cuando los carbohidratos no están disponibles, el cuerpo también puede utilizar grasas y proteínas para obtener energía. Sin embargo, esto no es tan eficaz como el uso de carbohidratos y puede provocar la degradación del tejido muscular.