1. Enfriamiento global :Hace unos 4,6 millones de años, la Tierra entró en un período de enfriamiento global conocido como Evento de Enfriamiento del Piacenziano Medio. Esta tendencia al enfriamiento provocó una disminución de las temperaturas globales y cambios en los patrones de circulación oceánica, lo que podría haber afectado la disponibilidad de nutrientes y la productividad de los océanos.
2. Cambios en la circulación oceánica :Los cambios en las corrientes oceánicas, como el debilitamiento o la alteración de la circulación meridional del Atlántico (AMOC), pueden haber desempeñado un papel en la reducción del suministro de aguas ricas en nutrientes a la superficie del océano. Esta disminución en la disponibilidad de nutrientes habría limitado el crecimiento del fitoplancton y habría resultado en una menor productividad de los océanos.
3. Aumento de la aridez :Los cambios en los patrones de circulación atmosférica durante este tiempo podrían haber provocado una mayor aridez en determinadas regiones. La reducción de las precipitaciones y la escorrentía terrestre puede haber disminuido el aporte de nutrientes y agua dulce a los océanos, contribuyendo aún más a la disminución de la productividad de los océanos.
4. Actividad volcánica :Algunos investigadores sugieren que el aumento de la actividad volcánica hace unos 4,6 millones de años puede haber liberado grandes cantidades de dióxido de azufre y otros aerosoles a la atmósfera. Estos aerosoles podrían haber bloqueado la luz solar y provocado un oscurecimiento global, reduciendo la cantidad de luz disponible para la fotosíntesis en el océano.
5. Retroalimentación biológica :Los cambios en los ecosistemas marinos, como los cambios en la composición y abundancia de las especies de fitoplancton, también podrían haber contribuido a la disminución de la productividad de los océanos. Estas retroalimentaciones biológicas pueden haber sido provocadas por los cambios ambientales mencionados anteriormente.
Es importante señalar que comprender las causas exactas de la abrupta disminución de la productividad de los océanos hace 4,6 millones de años requiere más investigación y un examen exhaustivo de los registros paleoceanográficos y climáticos.