1. Ubicación geográfica: El norte de China se encuentra en las latitudes medias del hemisferio norte, lo que significa que experimenta cambios estacionales de temperatura. Durante los meses de verano (junio a agosto), la radiación del sol es más directa e intensa en esta región, lo que provoca temperaturas más altas.
2. Clima continental: El norte de China tiene un clima continental, caracterizado por grandes variaciones de temperatura entre el verano y el invierno. Los veranos son calurosos y húmedos, mientras que los inviernos son fríos y secos. La falta de grandes masas de agua, como océanos o grandes lagos, hace que haya una menor moderación de las temperaturas, lo que se traduce en un calor más extremo durante el verano.
3. Influencia del monzón: El norte de China está influenciado por el sistema monzónico del este de Asia. Durante los meses de verano, la dirección del viento predominante es del sureste, trayendo aire cálido y húmedo del Océano Pacífico. Estas masas de aire contribuyen al aumento de temperaturas y humedad en la región.
4. Características topográficas: La topografía del norte de China también influye en el calor extremo. La región es relativamente plana, con cadenas montañosas limitadas u otras barreras que podrían alterar los patrones del flujo de aire. Esto permite que el aire caliente se acumule y persista en el área.
5. Urbanización e islas de calor: La rápida urbanización en el norte de China ha llevado al desarrollo de grandes ciudades y áreas urbanas. Las áreas urbanas tienden a absorber y retener el calor de manera más eficiente que las áreas rurales debido a la presencia de edificios, infraestructura y superficies pavimentadas. Este fenómeno, conocido como efecto isla de calor urbano, puede contribuir a temperaturas más altas en los centros urbanos.
6. Cambio climático: El cambio climático a largo plazo debido a las actividades humanas, como la emisión de gases de efecto invernadero, también ha contribuido al aumento de las temperaturas. Los mayores niveles de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero atrapan el calor en la atmósfera, lo que provoca calentamiento global y fenómenos meteorológicos más extremos, incluidas olas de calor.
Estos factores, cuando se combinan, crean las condiciones necesarias para un calor extremo en el norte de China. La región experimenta veranos calurosos con temperaturas promedio que a menudo superan los 30 grados Celsius (86 grados Fahrenheit). En casos extremos, las temperaturas pueden elevarse a más de 40 grados Celsius (104 grados Fahrenheit), causando importantes molestias, riesgos para la salud e incluso enfermedades relacionadas con el calor.