La cerveza es una bebida carbonatada, lo que significa que contiene gas CO2. Cuando la cerveza entra en contacto con la leche, el gas CO2 hace que la leche se cuaje. La cuajada es el resultado de que las proteínas de la leche se coagulan o se agrupan. Este proceso es similar a lo que sucede cuando la leche se expone al jugo de limón u otros ácidos.
La leche cuajada no es perjudicial para el consumo, pero es posible que no tenga un sabor o un aspecto muy atractivo. Si no quieres que la leche se cuaje, evita agregarle cerveza.