Las estaciones de servicio modernas están equipadas con sistemas de recuperación de vapor (VRS) para reducir la liberación de humos nocivos a la atmósfera. Estos sistemas capturan los vapores que se desplazan del tanque de combustible a medida que se llena, evitando que se escapen al aire. Luego, el VRS dirige los vapores de regreso a los tanques de almacenamiento de combustible o a un tanque de retención para su reciclaje.
Expansión del tanque de combustible
A medida que se bombea combustible al tanque, hace que se expanda debido al calor generado por la fricción del combustible que fluye a través de la manguera. Esta expansión puede consumir parte del volumen disponible en el tanque, lo que requiere bombear más combustible para alcanzar la capacidad total.
Espuma de combustible
Cuando el combustible se bombea rápidamente al tanque, se puede crear espuma en la superficie. Esta espuma ocupa espacio en el tanque, lo que reduce la cantidad de combustible líquido que se puede agregar. La espuma eventualmente colapsa, lo que permite llenar el tanque hasta su capacidad, pero puede retrasar el proceso de reabastecimiento de combustible.
Mecanismo de corte de la boquilla
La mayoría de las boquillas de combustible están equipadas con un mecanismo de corte que detiene automáticamente el flujo de combustible una vez que el tanque está lleno. Esto es para evitar el sobrellenado y posibles derrames de combustible. Sin embargo, el mecanismo de corte puede activarse ligeramente por debajo de la capacidad total real del tanque para garantizar que el tanque no se desborde.
Forma y diseño del tanque
La forma y el diseño del tanque de combustible pueden afectar su capacidad real en comparación con la capacidad indicada. Algunos tanques pueden tener componentes internos o deflectores que reducen el volumen utilizable, como tubos de recogida de combustible o dispositivos antisalpicaduras.
Temperatura y densidad del combustible
La temperatura del combustible puede afectar a su densidad y, por tanto, al volumen que ocupa en el depósito. El combustible suele ser más denso a temperaturas más bajas, por lo que si está frío, es posible que se necesite más volumen para alcanzar la capacidad total del tanque.