La investigadora principal del estudio, la profesora Joan Williams, afirmó que los hallazgos no son sorprendentes. "Las mujeres que ganan más dinero tienen más poder en sus relaciones", afirmó. "Este poder les da más influencia para negociar con sus maridos sobre quién hace qué en la casa".
Williams también dijo que las mujeres que ganan más dinero tienen más probabilidades de tener carreras que requieren muchas horas y muchos viajes. Esto puede dificultarles encontrar tiempo para hacer las tareas del hogar.
Los hallazgos del estudio tienen implicaciones tanto para mujeres como para hombres. Para las mujeres, los hallazgos sugieren que si quieren reducir la cantidad de tareas domésticas que realizan, deberían considerar aumentar sus ingresos. En el caso de los hombres, los hallazgos sugieren que deberían estar dispuestos a hacer más tareas domésticas si sus esposas ganan más dinero que ellos.
Los hallazgos del estudio son consistentes con investigaciones anteriores sobre la relación entre género y tareas domésticas. Un estudio publicado en la revista "Gender &Society" encontró que las mujeres que ganaban más que sus maridos tenían menos probabilidades de realizar tareas como cocinar, limpiar y lavar la ropa. Otro estudio, publicado en la revista "Social Psychology Quarterly", encontró que las mujeres que ganaban más dinero tenían más probabilidades de delegar las tareas del hogar en sus maridos o contratar a alguien para que las hiciera.
El nuevo estudio se suma al creciente conjunto de investigaciones que sugieren que la desigualdad de género en las tareas domésticas no se debe simplemente a que las mujeres sean más responsables del trabajo doméstico. Más bien, es una cuestión compleja en la que influyen una serie de factores, entre ellos la dinámica de poder, las limitaciones de tiempo y las expectativas culturales.