El efecto invernadero:
Las actividades humanas, en particular la quema de combustibles fósiles como carbón, petróleo y gas natural, liberan grandes cantidades de dióxido de carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero a la atmósfera. Estos gases atrapan el calor del sol, lo que provoca un aumento gradual de la temperatura promedio de la Tierra.
Efecto invernadero mejorado:
A medida que aumenta la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera, actúan como una manta, atrapando más calor e intensificando el efecto invernadero. Este fenómeno contribuye al aumento de las temperaturas globales.
Niveles de dióxido de carbono en aumento:
La quema de combustibles fósiles ha elevado significativamente los niveles de dióxido de carbono atmosférico desde la era preindustrial. Muestras de núcleos de hielo, anillos de árboles y otros archivos naturales revelan una correlación directa entre el aumento de las concentraciones de dióxido de carbono y el aumento de las temperaturas a lo largo del tiempo geológico.
Tendencias de temperatura:
El análisis detallado de los registros de temperatura de diversas fuentes, como estaciones meteorológicas, satélites y boyas oceánicas, muestra consistentemente un aumento en las temperaturas globales promedio. La última década ha sido testigo de algunos de los años más calurosos jamás registrados, siendo 2016 y 2020 los años más cálidos a nivel mundial.
Modelos y proyecciones climáticas:
Los modelos climáticos, que son sofisticadas simulaciones por computadora del sistema climático de la Tierra, proyectan escenarios climáticos futuros basados en diferentes trayectorias de emisiones. Estos modelos predicen consistentemente que las mayores emisiones de carbono conducirán a un calentamiento global más significativo, mientras que la reducción de las emisiones puede mitigar los aumentos de temperatura.
Absorción de calor oceánico:
Los océanos absorben una parte importante del exceso de calor atrapado por los gases de efecto invernadero. Como resultado, las temperaturas de los océanos han aumentado, lo que ha provocado la expansión del agua de mar, el derretimiento de las capas de hielo y los glaciares y ha contribuido al aumento del nivel del mar.
Cambios en los patrones climáticos:
El calentamiento global ha intensificado y alterado los patrones climáticos en todo el mundo. Ha provocado olas de calor, sequías, tormentas y otros fenómenos meteorológicos extremos más frecuentes e intensos.
Impacto en los ecosistemas y la biodiversidad:
El aumento de las temperaturas globales tiene profundos impactos en los ecosistemas, incluidos cambios en la distribución de las especies, cambios en los ciclos de vida de las plantas y animales, el blanqueamiento de los corales y la degradación de hábitats sensibles como las selvas tropicales. Estos impactos amenazan la biodiversidad y la estabilidad de los ecosistemas.
En general, el consenso científico apoya abrumadoramente el vínculo entre el calentamiento global y las emisiones de carbono. Abordar el cambio climático requiere medidas inmediatas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, principalmente mediante la transición a fuentes de energía renovables, la mejora de la eficiencia energética y la promoción de prácticas sostenibles de gestión de tierras y bosques.